Emociones del cuidador: Desconcierto
Emociones del
cuidador: Desconcierto
El
desconcierto es una sensación que aparece en numerosas situaciones de la vida
de un cuidador de una persona con demencia. Desconcierto, confusión,
desorientación. No tienen por qué saber cómo realizar esa labor que les ha
tocado pero deben aprender a buscar recursos y a saber aplicar los
conocimientos que adquieren cada minuto, por su bien y por el de su ser querido.
Cuando aparecen síntomas conductuales como agitación o deambulación y síntomas
psiquiátricos como alucinaciones o delirios, ponen a prueba la calma y
paciencia de los cuidadores. Ante esas situaciones el desconcierto reina en sus
emociones. No saben cuánto tiempo durará, si volverá a repetirse y cuándo ni
cómo deben actuar para no alimentarlo y procurar mitigarlos.
Lo primero
que estos cuidadores deben saber es que es normal su sensación de desconcierto.
Cualquier persona se sentiría así si se encontrara en una situación similar. Por
ello, la calma es el primer paso que hay que dar, seguido de la búsqueda de
ayuda para aprender a manejar ese tipo de situaciones.
Asociaciones
de familiares, Fundaciones, ciertos espacios virtuales, o el personal médico y
técnico que tengan al alcance son algunos de los lugares o profesionales a los
que pueden acudir para aprender a manejar la situación. Además, también les
pueden asesorar sobre cómo controlar la ansiedad que puede provocar el
desconcierto con técnicas de relajación, y ofrecer otros servicios como el
respiro familiar o grupos de terapia, que contribuyen al cuidado del cuidador.
Aquí algunos
consejos para abordar ese tipo de situaciones que producen mayor desconcierto:
-
Mantener
la calma y armarse de paciencia.
-
Utilizar
un tono de voz adecuado, evitando alzarlo.
-
Acompañarles
en los momentos de agitación y deambulación evitando que puedan lesionarse o
caerse.
-
Desviar
la conversación hacia otros temas positivos o neutrales.
-
No
confrontar con la realidad en caso de alucinaciones pero tampoco meterse
dentro de ellas. Escuchar, acompañar, tranquilizar, hacer ver que le comprendemos y
finalmente zanjar intentando dar una solución, prorrogar el tema o cambiar a
otro.
Os dejo éste
vídeo donde Nuria, que cuida a su madre con Alzheimer, dispone de ayudas que le
orientan en su labor minimizando así su sensación de desconcierto. Ello le
proporciona una mayor tranquilidad al saber que sabrá enfrentarse a ello.
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